Puede ser empleado en cualquier tipo de planta mediante la aplicación al suelo y previa disolución en agua como corrector de la clorosis férrica (amarillez) en cítricos, frutales de hueso y pepita, hortícolas, vid y parral, avellano, fresal, olivo, ornamentales, así como cualquier otro cultivo afectado por carencias o deficiencias de hierro.
Para la identificación certera de las causas de clorosis, es aconsejable efectuar un análisis del suelo, foliar, o un reconocimiento de las plantas o árboles cloróticos.
Evitar las aplicaciones en condiciones climáticas extremas (sequía rápida, elevada humedad permanente, heladas, lluvias intensas, etc.), o si se esperan inmediatamente.